jueves, 21 de marzo de 2013

Duerme princesa

Duerme princesa, un mundo de esperanzas se muestra ante ti, duerme, sueña y experimenta. Encuentrate en una colina, descalza, con el rocío de la hierba mojándote los pies, camina y siente la brisa por cada uno de todos tus poros de tu tersa piel. Sonríele al mundo y escucha los sonidos, el revolotear de los pájaros, el sonido de los grillos, el viento, escucha los pequeños animalejos que saltan entre los árboles que te envuelven, escucha el sonido del baile de las hojas al moverse al compás de una música infinita, la naturaleza.  Piensa en lo afortunada que eres al encontrate ahí, eres la bailarina que se codea con los más grandes en un espectacular escenario. Y con tus pies y tu grácil movimiento destacas entre los demás. Eres esa bailarina, moviendote descalza, estremeciendote cada vez que uno de tus pies se adentra en la verde y fresca hierba, eres el pájaro que vuela y con tus alas lográs sentir libertad, sientes el viento revolotear por tu extenso y moreno cabello. Sonríes con naturalidad y ves como el sol reluce ante toda esa maravillosa vida, reluce ante tus ojos de color miel que observan la escena maravillados ante esa explosión de vida. Las flores se abren mostrando sus colores, flores rojas, amarillas, naranjas se muestran delante de ti, y pequeñas mariposas de alas coloreadas revolotean con un movimiento grácil y diminuto alrededor de esas preciosas flores. Toda la vida te rodea, nunca podrás encontrarte en un lugar mejor.
Ahora despierta princesa, dime, ¿cómo te has sentido? ¿Te has creído la reina del mundo? ¿Emocionado con el cantar de los pájaros y el vuelo de las mariposas? ¿Has bailado entre las flores y te has sentido una de ellas? ¿Lo has hecho? Bien hecho, te has sentido libre, sin problemas, sin nervios ni frustaciones, sin cosas materiales, sin dinero, solamente con la energia del sol, el sonido de los pájaros y el renacer de las flores. Has valorado lo más pequeño y olvidado lo más grande y pesado. Olvidando tus problemas por una vez y sonriendo de verdad, emocionado con un simple cantar y aprendido a bailar entre la naturaleza. Te has sentido dueña del mundo. Sí, es un sueño y crees que no podrás vivirlo en la vida real. ¿Estás segura? Yo no lo estaría tanto, parate a escuchar princesa.

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