Ah, el amor. El
amor lo logra todo, hasta las cosas más imposibles.
Su vida se hundía
por momentos, no tenía sentido continuar con la farsa de sobrevivir en una vida
donde no tenía nada, hasta que apareció él. Él con su media sonrisa, sus ojos
caramelos, su mirada penetrante, él, rodeado de chicas, él que la mira y a ella
le late el corazón a mil por hora. Ella no está para sufrir, pero él la ha
enamorado con cuatro palabras bonitas y un par de buenos abrazos cuando más lo
necesitaba.
Ahora no puede
vivir sin verlo, sueña cada noche con él, un abrazo y se para su imperfecto y
doloroso mundo, su corazón frágil y roto parece que vuelve a latir más rápido,
se está reconstruyendo. Ella que piensa cada día, cada momento en él, en el
roce de sus labios, aunque cree que jamás ocurrirá porque él no se fija en
ella, para él es solo un juego. Pero no es así, él juega con otras para
olvidarla, para borrar su mirada triste y llena de historias, para no romperse
otra vez el corazón con un amor imposible. Que confundidos estaban los dos, su
destino era enamorarse y sufrir por dentro, pero el susodicho guardaba un as en
la manga, ese as que solo saca cuando más lo necesita, ese as que el destino no
se esperaba, esa palabra tan repetida en la cabeza de todos. Él la ama y lucha
por ella, ella lo ama y lucha por olvidarlo. Sus miradas se cruzan, se sonríen con
disimulo, mientras que en su alma todo corre muy rápido. Los sentimientos
corren, las chispas saltan, y entonces ocurre, él con su andar que vuelve locas
a todas las chicas se acerca a ella con una sonrisa y la mirada penetrante en
los labios de su amada, ella que no sabe lo que ocurre se teme lo más bonito
que le podría ocurrir. Entonces él la mira y le susurra al oído que la quiere,
en las mejillas de ella una lágrima recorre su rostro hasta llegar a la
comisura de sus rojos labios, esa lágrima de amor que se seca en un beso
robado, un beso que logra abrir una puerta al cielo, que logra mejorar la vida
de dos personas predestinadas. Ella no suele llorar, pero delante de él lo
hace, explica su historia mientras de sus ojos se ahogan en lágrimas puras y
cristalinas, logra limpiarse por dentro de una vez gracias a él. Él asienta la
cabeza y su mundo solo gira alrededor de una persona, ella. El amor los ha
unido, el amor, ese sentimiento tan extraño, tan bonito y tan terrible al mismo
tiempo, que une y separa a personas, el amor, que logra cosas imposibles, sí,
un amor real lo logra y puede con todas las fronteras y trucos del destino. El
amor, si no es con amor, ¿entonces en qué mundo vivimos?
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